EL DEPORTE Y SUS BENEFICIOS


EL DEPORTE Y SUS BENEFICIOS EN LA SALUD FÍSICA , MENTAL Y PSICOLÓGICA

OBJETIVO:

-Conocer los beneficios en la salud física , mental y psicológica de las personas.
-Reconocer algunos ejercicios que nos ayudan a mantener la salud física, psicológica  y mental.

El ejercicio físico mejora la función mental, la autonomía, la memoria, la rapidez, la “imagen corporal” y la sensación de bienestar, se produce una estabilidad en la personalidad caracterizada por el optimismo, la euforia y la flexibilidad mental.



Los programas de actividad física deben proporcionar relajación, resistencia, fortaleza muscular y flexibilidad. En la interacción del cuerpo con el espacio y el tiempo a través del movimiento, se construyen numerosos aprendizajes del ser humano. Esta construcción se realiza a través de una sucesión de experiencias educativas que se promueven mediante la exploración, la práctica y la interiorización, estructurando así el llamado esquema corporal.

En el V Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria se ha destacado la importancia de la realización de actividades deportivas para el desarrollo físico, psíquico y social. Además, el deporte tiene una gran influencia en la prevención de muchas enfermedades como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
Se estima que entre un 9 a un 16 por ciento de las muertes producidas en los países desarrollados pueden ser atribuidas a un estilo de vida sedentario. En el estado de salud de una persona este es un factor fundamental que se combina con otros determinantes importantes como la dotación genética, la edad, la situación nutricional, la higiene, salubridad, estrés y tabaco.

Beneficios de del Deporte sobre la Salud Física y Mental de los Individuos:

Sobre el corazón


Disminuye la frecuencia cardiaca de reposo y, cuando se hace un esfuerzo, aumenta la cantidad de sangre que expulsa el corazón en cada latido.
De esta manera la eficiencia cardiaca es mayor “gastando” menos energía para trabajar.
Estimula la circulación dentro del músculo cardiaco favoreciendo la “alimentación” del corazón. Sobre el sistema circulatorio:
Contribuye a la reducción de la presión arterial.
Aumenta la circulación en todos los músculos.
Disminuye la formación de coágulos dentro de las arterias con lo que se previene la aparición de infartos y de trombosis cerebrales.
Actúa sobre el endotelio, que es la capa de células que tapiza por dentro a las arterias segregando sustancias de suma importancia para su correcto funcionamiento, mejorando su actividad y manteniéndolo sano y vigoroso. Todo esto por una acción directa ya través de hormonas que se liberan con el ejercicio.
Mejora el funcionamiento venoso previniendo la aparición de varices.

Sobre el metabolismo:

Todos los seres vivos tenemos reacciones bioquímicas, lo que genera cambios metabólicos. Esto permite el intercambio de materia y energía con el exterior. Por ejemplo, la actividad física provoca  variaciones en el metabolismo, ayudando al sistema cardiovascular y previniendo enfermedades como la diabetes.
Especialistas aseguran que el control de las variaciones que surgen durante la práctica de deportes. Estos ayudan a equilibrar los estados metabólicos inadecuados. Es decir, son los responsables de evitar la obesidad o diabetes.
Hacer sólo 10 minutos de ejercicio al día, es suficientes para generar cambios metabólicos que beneficien nuestro organismo, los cuales pueden durar hasta una hora. Cabe destacar, que si hacemos ejercicio por períodos cortos pero frecuentes, podremos gozar de buena salud. Mientras más en forma estemos, más efecto positivo tendrá la práctica deportiva en nuestro organismo.
Tengamos presente que ejercitarnos, a parte de ayudar a nuestro cuerpo en sus cambios metabólicos, sirve como terapia para prevenir o tratar muchas enfermedades. Recordemos que es fundamental conservar un buen estado físico, no sólo para mantener una figura ideal, sino para asegurar el bienestar de nuestro organismo.
Agradezcamos que estamos vivos y que tenemos la oportunidad de vivir una vida saludable. Basta con incorporar en nuestra rutina diaria el ejercicio moderado y una alimentación balanceada para mantener nuestro cuerpo en óptimo funcionamiento.

Sobre los huesos

El deporte es un gran aliado para los huesos, y aún más si se practica al aire libre. El ejercicio físico tiene beneficios para la salud ósea pero ha de complementarse con una dieta sana, completa y equilibrada.
Basta con correr media hora, tres veces por semana, para conseguir un aumento de la densidad mineral ósea.

El deporte es el mejor aliado de los huesos. La actividad física provoca la contracción muscular que favorece el depósito de calcio en el hueso y mejora la circulación sanguínea, lo que aporta más nutrientes al hueso.
La mejor manera de prevenir fracturas óseas es empezar a hacer deporte en la adolescencia, cuando se alcanza la máxima densidad ósea. Si ya se peinan canas, no debe uno acoplarse en el sofá, pues se ha comprobado que permanecer de pie menos de 4 horas y practicar menos de 20 minutos al día de ejercicio moderado (basta con andar) son factores de riesgo. Las últimas investigaciones médicas demuestran que mediante ejercicios específicos con pesas, se puede aumentar la densidad ósea en las personas mayores y prevenir la fragilidad de un hueso con síntomas de osteoporosis.

Igual que los músculos se atrofian cuando no se trabajan con ejercicio, los huesos se deterioran cuando dejan de moverse. Para conseguir unos huesos fuertes, hay que trabajar la fuerza muscular. El simple hecho de vivir bajo la fuerza de la gravedad, promueve calcificación. Los astronautas que pasan un tiempo en el espacio, en condiciones de ingravidez, empiezan a perder densidad ósea. Como no necesitan el soporte del esqueleto para caminar, el cuerpo se adapta debilitando el hueso.

Igual que el tejido muscular se desarrolla al realizar ejercicios con pesas, los huesos también se van reconstruyendo y regenerando para soportar más masa muscular, se van haciendo más fuertes a medida que se entrenan o se debilitan si esto no se hace. Los ejercicios con pesas o que opongan resistencia al músculo, son los más ventajosos para prevenir la descalcificación ósea.

Los huesos necesitan un trabajo de cargas breves y frecuentes todos los días, para mantener su fortaleza. Es importante aumentar la carga paulatinamente para conseguir beneficios.

Sobre los músculos:

Muchas veces pensamos que trabajar nuestra musculatura solamente repercute en vernos más definidos, con los músculos más marcados, pero quizás desconozcamos los múltiples beneficios que esta práctica conlleva.

Aquí os hago una lista a grandes rasgos porque, realmente, esto podría dar tanto juego como para rellenar un suculento libro:
- Pérdida de grasa corporal, con el consiguiente mantenimiento de peso y control del mismo.

Control de peso. El músculo es metabólicamente más activo (quema más calorías) que la grasa. El entrenamiento con pesas o entrenamiento de resistencia muscular aumenta lo suficiente la masa muscular para acelerar el metabolismo.
Perder peso como único objetivo es una idea totalmente equivocada. Puede perder el tipo de peso erróneo (músculo y hueso) y seguir estando gordo y blando ( porque la masa ósea y la masa muscular pesan más que la grasa, en proporción al volumen que ocupan). Así que céntrate en perder grasa y ganar músculo, y tu cuerpo empezará a cambiar considerablemente.

- Aumento de fuerza para la vida cotidiana. Hacer ejercicio con peso puede ayudar tanto a mantener como a aumentar la fuerza. Los músculos se encogen conforme vamos cumpliendo edad y por la falta de uso. Muchas personas pierden libertad porque han perdido la fuerza que les permite moverse. Sin embargo, con tan sólo una rutina ligera de levantamiento de pesas, se puede recuperar la fuerza perdida, o no perderla nunca.

 - Reducción del riesgo de diabetes.
Hay estudios que demuestran que el entrenamiento con pesas ayuda a las personas con diabetes a mantener la glucemia en niveles normales. La insulina secretada por el páncreas controla estos niveles. El tejido muscular está programado para responder a la insulina y, según ordene la hormona, absorber el azúcar de la sangre.

- Mejora de la integridad estructural y funcional de tendones, ligamentos y articulaciones.
Una musculatura fuerte y resistente permite desarrollar más fuerza y obtener un mejor rendimiento con menos riesgos de lesiones para músculo, tendones, ligamentos y articulaciones, evitando la transferencia de carga a estos tres últimos.

- Mejora del funcionamiento interno de los órganos. Trabajar los músculos de una forma correcta hace que todos los órganos internos permanezcan en la posición correcta, facilitando así los procesos de digestión, tránsito intestinal, y también la respiración.

EJERCICIOS QUE AYUDAN  EN LA SALUD, FÍSICA, METAL Y PSICOLÓGICA

La mayoría de los deportes ayudan a mejorar la salud física, mental y psicológica de las personas, algunos son:


– Correr. Basta con correr media hora, tres veces por semana, para conseguir un aumento de la densidad mineral ósea en la columna y caderas de los corredores. La diferencia entre correr y andar para el hueso es que al andar, sólo se trabaja con el peso corporal, sin embargo, al correr una vértebra de la columna soporta 1,7 veces tu peso. Para evitar los impactos, debemos escoger unas buenas zapatillas de atletismo y evitar el asfalto saliendo a correr por superficies de hierba y tierra, más amortiguadoras.

Clases de gimnasio. Aerobic, fitness, spinning, step, cardiotonic, aero-tae-box, etc. Cualquier deporte activo, incluye ejercicios que cargan los huesos y mejoran la circulación de la matriz ósea. Lo importante es variar y ser constante, nada de ir tres veces al mes.

– Natación. No es el deporte más útil para los huesos debido a que en el agua se elimina la fuerza de la gravedad que facilita la fijación de calcio. Pero la tonificación ayuda a mantener los músculos elásticos y flexibles. Además, ahora también existen clases colectivas con cargas que ayudan a las personas con riesgo de fractura a trabajar sus músculos.

– Tai-Chi. Una forma de evitar fracturas está en mejorar el equilibrio y esta práctica oriental está muy recomendada para personas que huyan de actividades físicas muy vigorosas.

Andar. Para las personas mayores, caminar es una forma natural de mantener los huesos fuertes sin riesgos. Basta andar una hora a ritmo rápido para estimular el crecimiento del hueso, subir escaleras, dar pequeños saltos, bailar, cualquier excusa es buena para no dejar de ser centenarios activos.

La mayoría de deporte aportan a la salud, fIsIca, mental y psicológica de los seres humanos.